Llevo poco tiempo en Madrid, aunque tengo muchas cosas que contar. Madre mía que ciudad!! Ya os dije todo lo que me encontré en Atocha nada más pisar la ciudad y sigo con el mismo pensamiento que entonces; en Madrid hay mucho que hacer y hay mucho ver…
Después de ver el estanque interno de tortugas, el jardín tropical y un par de cabezas gigantes de bebé, dejo atrás Atocha y continuo mí recorrido hacia el Paseo del Prado. Es mi primer día y el tiempo acompaña. A pesar de ir cargado con mi «mochilón», mi botella de agua y la cámara fotográfica el camino se me hace muy ameno. El Museo del Prado queda a la derecha, grandes grupos de turistas estan haciendo fila y la gente tira fotos como si por cada una de ellas tuvieran alguna comisión. En fin, «this is Madrid». Dejo el Museo del Prado para otro día y prosigo mi camino.
Alcanzo la fuente de Neptuno. Como buen futbolero que soy conozco esta fuente ya que allí es donde el Atlético de Madrid celebra sus triunfos. Fotillo que tiro. Ésta será para mis amigos. Vuelvo a consultar con «Mr. Google» para que me explique alguna cosilla de esta fuente. Además de decirme que anteriormente se encontraba en otra ubicación (en el extremo del Prado de Apolo), me resulta muy curioso descubrir que durante la Guerra Civil española, cuando la capital sufrió un periodo de hambruna, a la estatua de Neptuno se le colocó un cartel que rezaba “Dadme de comer o quitadme el tenedor” en referencia al tridente que porta «el Dios» en su brazo. Y añade Google… en el año 2012 el agua de la fuente apareció teñida de rojo como señal de protesta. Caramba!!
Tiro pa´adelante y ahora me encuentro con Cibeles. ¡Qué cerca está una de otro y qué lejos a la vez! Otra foto para el típico colega madridista, pues aquí vienen “los blancos” con sus trofeos. A ver que me cuenta Google ahora. Me dice que también estaba ubicada en otro sitio y lo más curioso es que se encontraba de cara a Neptuno. Mirándose de tú a tú. Como si del mismísimo derbi de futbol se tratara. Pero a finales del siglo XIX se traslado el monumento y se le puso de cara a la calle Alcalá. Así, la propia «Diosa» nos está invitando a pasear por esas calles. Y de imprevisto algo que me cuenta mi amigo Google capta toda mi atención. Se dice (se cotillea, que dirían en mi ciudad) que las reservas de oro del Banco de España se encuentran debajo de la fuente, y que si alguien pretendiera robarlas, el sistema de alarma inundaría toda la habitación para así evitar el atraco. Increíble!!
Los turistas vuelven a asomar como hormiguitas. Qué barbaridad. ¿Cuántas fotos se harán a lo largo del día en las principales atracciones de Madrid? No quiero ni pensarlo. Bueno, yo continuo mi camino, giro a la derecha y ahí está!! mírala mírala mírala mírala!! la Puerta de Alcalá!!
Voy a ver con que me sorprende Google ahora… Otro día te cuento! Madrid me esta conquistando!!